sábado, 16 de noviembre de 2013

20 de Junio Regreso de Perón y la juventud maravillosa

20 de Junio Regreso de Perón y la juventud maravillosa
“LA MASACRE DE EZEIZA”

Aquél 20 de junio de 1973 debió haber sido una jornada de júbilo y festejo popular. Única. Incomparable. La dimensión emocional de aquél reencuentro debería provocar los desbordes de lágrimas, alegría, risas, euforia y nuevamente llantos descontrolados.

Desde aquél 16 de septiembre de 1955 cuando se produjo el golpe que derrocó su gobierno y provocó el exilio del Gral. Perón, el pueblo peronista vivió pensando y alentando tres reivindicaciones máximas: el juicio a os traidores, la recuperación del cadáver de EVITA y el regreso de Perón a la Patria.
Este último objetivo estaba por cumplirse. Después de 18 años el general volvería al país y a reencontrarse con su pueblo.

Desde la noche anterior nutridas columnas se fueron acercando al lugar donde se había m el gran palco de casi 20 metros de altura por 50 metros de ancho y 5 metros de profundidad. Puente 12 fue el escenario elegido. Próximo al aeropuerto Internacional de Ezeiza donde a las 14 horas arribaría el avión que traería al Gral. Perón definitivamente de regreso.

El día pareció ser peronista. Amaneció con sol aunque parcialmente nublado y con frío. Desde muy temprano la ciudad, y fundamentalmente los suburbios, parecían un corazón agitado.

Estaba previsto que se podía llegar con vehículos sólo hasta Ricchieri y Gral. Paz, luego había que ir caminando. Sólo los vehículos oficiales o de emergencia podían transitar desde dicho cruce hasta el palco, o hacia el aeropuerto.

Las crónicas de la época hablan en cuanto a concurrencia en una franja muy desigual: los “conservadores” citan dos millones; los “objetivos”? tres millones, mientras los más eufóricos llegaron a hablar de cinco millones de personas movilizadas.

Lo cierto es que nunca antes y nunca después se vivió en nuestro país una marcha semejante. Las vastas columnas organizadas con sus carteles por delante compartían el camino con muchos peronistas “de a pié”. Aquella avenida Ricchieri y sus adyacencias fue una sola marea de gente, de pueblo peronista que avanzaba cantando al re encuentro “soñado”. En ese océano de gente por sus costados, por delante, por detrás distintiva de bullanga y fortaleza, de conciencia y corazón, desbordando euforia y compromiso marchaba la gloriosa JP.

Decíamos entonces: … “se cumplió un sueño. El sueño de viejos peronistas que allá por el 55 no se rindieron. El sueño de sus hijos…”. Los viejos y jóvenes peronistas que creyeron que ese sueño era posible y necesario. El sueño de VALLE, de los REARTE, de ABAL MEDINA, de ATILIO LÓPEZ, de ONGARO, de SAVINO NAVARRO, de los hermanos LIZASO y de tantos peronistas anónimos que dieron su vida por ese sueño.

Y que ya hecho realidad, ese mismo día, la seguirían dando!

El palco estaba “garantizado” por la gente de López Rega: OSINDE, BRITO LIMA, la derecha pseudoperonista y parapolicial-militar.

Alrededor del medio día y desde el palco, sonaron las primeras ráfagas de ametralladoras que encontraron a la gente totalmente desprevenida e indefensa. Quienes iban caminando hacia el palco descubrían que algo estaba pasando porque comenzó el tránsito incesante de las ambulancias con sus sirenas en extremo pidiendo paso.

A las 13:30 se produjo el segundo ametrallamiento. Nuevamente desde el palco. Se escuchaba la voz confusa y desconcertada de Leonardo Favio, que a cargo de la locución pedía por el micrófono que se bajaran de los árboles porque (o donde) había francotiradores.

Durante un rato muy largo reinó la confusión y el desbande. Sin saberlo, todos sabían, que eran las bandas de la derecha instaladas ya en el gobierno las que “provocaban” y alertaba con su ametrallamiento lo que vendría.

El avión de Perón fue desviado a la base de Morón donde aterrizó en tiempo y forma. Pero no hubo re encuentro. Ni sueño cumplido.

Recuerdo aquél largo regreso caminando hasta el micro (ómnibus). Cuatro o cinco kilómetros de conjeturas, puteadas, llanto, bronca. Desazón y tristeza. Intuía… mos de qué se trataba. Algunos hechos anteriores nos indicaban que la cosa no estaba bien o, al menos, tan bien como se la quería hacer aparecer. Nunca imaginamos tal alarde de siniestra y desembozada confrontación.

Aquella jornada estuvo - y está - entre las peores de la historia peronista. Sin embargo su comparación no tiene simetría. Porque fue instigada y ejecutada desde adentro de la estructura político-institucional del peronismo.

Del esperado re encuentro nació el desencuentro. El peronismo fraccionó en dos sectores irreconciliables y antagónicos. Si bien las bandas de la derecha y sus ejecutores eran pocos lograron su cometido. Llevaron a la “juventud maravillosa” y sus organizaciones populares a una encerrona de la que no supimos salir. Las muertes de la emboscada de aquel día conocida como “LA MASACRE DE EZEIZA” fueron el antecedente provocador y elocuente de lo que vendría después.

Ese 20 de junio de 1973 marcó el inicio de la ofensiva de la reacción antipopular institucionalmente instalada en el gobierno.

Su continuidad represora - legal e impunemente instituida -tendrá una etapa superior planificada por la dictadura del ´76 cuyas puertas se abrieron aquella tarde del 20 de junio de 1973.

AGRUPACIÓN RODOLFO WALSH
Mar del Plata

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